Nuestra compañera Paloma Ruiz Vega ha sido distinguida por el Instituto Americano de Historia de la Farmacia (AIHP por sus siglas en inglés) en reconocimiento a su relevante labor en este ámbito y, en especial, por la utilidad de sus investigaciones históricas sobre temas relacionados con la medicina o la farmacia y su comparativa con el presente, que han quedado reflejadas en más de 200 artículos en publicaciones especializadas y de interés general, 120 conferencias o en tertulias, como la que ella misma coordina sobre temática farmacéutica en el Ateneo de Cádiz y que lleva el nombre de Juan Bautista Chape Guisado, fundador de nuestro Colegio.
La utilidad de la quinina a lo largo de la historia, de los éteres o los alcaloides, así como la medicina naval o la aportación de Francia a la historia de la Farmacia han sido algunos de los muchos temas sobre los que ha trabajado esta farmacéutica, licenciada por la Universidad de Sevilla y doctora en Medicina por la de Cádiz con la tesis ‘La historia de la Farmacia en la Real Academia de Medicina de Cádiz en el siglo XIX’, y que actualmente está centrada en analizar la historia de las vacunas para compararlas con la actualidad determinada por las desarrolladas para combatir la COVID-19.
El reconocimiento otorgado recientemente por el instituto americano se suma a la lista de distinciones que ya atesora Paloma Ruiz Vega, quien a lo largo de su carrera ha sido reconocida con 19 premios internacionales y nacionales, entre los que destacan los otorgados por la Real Academia de Medicina de Cádiz (en tres ocasiones), la de Murcia (hasta en cinco) o la de Cataluña (en una), la Academia Iberoamericana (en una), la Sociedad Farmacéutica del Mediterráneo Latino (en una), la Facultad de Farmacia de la Universidad de Montpellier (también en una), así como el Premio Internacional de Periodismo Científico de la Asociación Dionisio Alcalá-Galiano por una serie de artículos publicados en la revista Cabra Semanal, entre otros.
Dada la amplia visión que tiene de la labor de los farmacéuticos a lo largo de la historia, Paloma Ruiz destaca la versatilidad de la profesión, “ya que te permite desarrollar tu labor en casi todos los ámbitos sanitarios dado que el currículum del farmacéutico es muy amplio y posibilita, entre otros, ser docente en otros campos”. Su propia experiencia profesional así lo corrobora. Ha sido inspectora del Servicio Andaluz de Salud, ha trabajado en Oficina de Farmacia, ha colaborado con la Universidad de Sevilla y la Universidad de Cádiz y ha dado clases a técnicos de Farmacia, Enfermería y de Imagen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear. Actualmente es profesora en el Centro Docente José Cabrera de Trebujena, especializado en Formación Profesional, actividad por la que ha sido premiada por la Consejería de Educación y Deporte de la Junta de Andalucía.
Ruiz Vega considera también que históricamente el farmacéutico ha estado “mal valorado” por parte de la sociedad, aunque esa perspectiva, asegura, “está cambiando”. “Siempre ha sido igual. Al farmacéutico siempre le ha costado mucho entrar en determinados ámbitos, por ejemplo, el de las academias”. Ella es una de las excepciones dentro de la profesión. Forma parte de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Cádiz, de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Murcia, de la Real Academia de Ciencias, Letras y Artes de San Dionisio de Jerez de la Frontera, de la Real Academia de Ciencias, Letras y Artes de San Romualdo de San Fernando, de la Real Academia de Medicina de Cataluña. También lo es de la Sociedad Española de Historia de la Medicina y de la SEDEM (Sociedad Española de Educación Medica).
En un plano más cercano a nuestra profesión, es también académica de la Academia de la Historia de la Farmacia de Italia, de la Academia de Farmacia Santa María de España de la región de Murcia y de la Sociedad de Docentes Universitarios de Historia de la Farmacia.
