De Olvera a medio mundo, y vuelta a su pueblo natal tras una trayectoria de excelencia en investigación y formación en países como Estados Unidos, Suiza o Reino Unido, que le ha llevado a dedicarse ahora a su labor como farmacéutica comunitaria en la botica de su familia, donde ofrece su conocimiento, experiencia y saber a sus pacientes y vecinos en la sierra de Cádiz. Así podría calificarse la historia de Belén Morón Flores, compañera farmacéutica que se ha convertido en todo un ejemplo del talento gaditano en el ámbito académico e investigador relacionado con el mundo farmacéutico y sanitario, y que viene a demostrar la capacidad, profesionalidad, pasión y compromiso de los farmacéuticos de la provincia de Cádiz con la mejora de la salud, y la mejora de nuestra sociedad en general. Sin duda, una historia digna de mención que queremos compartir con todos los farmacéuticos de Cádiz, y que debe servir de orgullo y satisfacción para nuestra profesión.
Los inicios de Belén Morón en el mundo farmacéutico se remontan a finales de los años 90 cuando estudiaba la licenciatura de Farmacia en la Universidad de Sevilla y además ayudaba en la farmacia de su padre en Olvera. Un amor por la farmacia que ya le venía, por tanto, de pequeña, y que le llevó a graduarse en 1998, con un expediente académico brillante. Posteriormente se diplomó en Óptica y Optometría por la Universidad de Granada, si bien los comienzos de su carrera estuvieron dedicados plenamente a la actividad de investigación, en el Departamento de Microbiología y Parasitología de la Universidad de Sevilla. Sus investigaciones durante este tiempo se centraron en estudios de Microbiología del Suelo, realizando importantes avances en el campo de la Agricultura Sostenible, y lo que le hicieron conseguir su Tesis y Título de Doctor con la máxima distinción posible (sobresaliente y Sobresaliente cum laude por unanimidad, respectivamente). De hecho, uno de los artículos generados de estos trabajos recibió especial atención gracias a la publicación de un prólogo donde se resaltaba su relevancia e innovación en el campo.
Pero “tras doctorarme, decidí dar un giro a mi carrera científica, encaminándola al campo de las Ciencias de la Salud, y a cuestiones como la enfermedad celiaca. Todavía en la Universidad de Sevilla, trabajé en el desarrollo de un método de detección de las fracciones tóxicas de gluten que permitiera el correcto etiquetado de los alimentos para los enfermos celíacos. Los resultados obtenidos, que fueron publicados en revistas de reconocido prestigio internacional, permitieron el desarrollo de un kit de análisis de gluten, actualmente comercializado con el nombre Glutentox”, recuerda Belén.
Tras esa amplia e intensa formación en España, decidió dar un salto y continuar su carrera científica en el extranjero, trabajando en grupos de investigación de vanguardia en algunas de las mejores universidades del mundo, como Stanford (EE.UU.), Zúrich (Suiza) y Oxford (Reino Unido), encaminándose a la investigación en las enfermedades inflamatorias del aparato digestivo, como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa. “Iban a ser en principio para dos años en Estados Unidos, pero al final fueron 12”, apunta.
En esta ámbito realizó aportaciones científicas que han tenido una gran repercusión y reconocimiento internacional, con la generación de una patente y más de 50 publicaciones científicas entre artículos, capítulos de libros, conferencias y comunicaciones en congresos.
Experta en la enfermedad celíaca
“Mi incursión en el campo de la investigación de la enfermedad celíaca me permitieron conocer los trabajos del Dr. Chaitan Khosla de la Universidad de Stanford, pionero en la búsqueda de tratamientos para los enfermos celíacos. En 2008 me incorporé a su grupo de investigación donde trabajé en la búsqueda y posterior evaluación pre-clínica de tratamientos alternativos a la dieta sin gluten. Asimismo, trabajé en el desarrollo de métodos de diagnóstico y seguimiento de enfermos celíacos, alternativos a la biopsia intestinal. Tras comprobar experimentalmente su potencial, me trasladé al Hospital Universitario de Zúrich (Suiza) para coordinar un ensayo clínico, con el que se corroboró la eficacia de uno de los métodos de diagnóstico desarrollados. Gracias a estos resultados se generó una patente, la cual está siendo explotada por la empresa Immunogenx”, señala nuestra compañera farmacéutica.
En Zúrich comenzó a investigar en enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa, lo cual continuó posteriormente en Oxford, a finales de 2014. Su investigación ha estado centrada en distintos aspectos (terapias, marcadores de diagnóstico, investigación básica, …) de las enfermedades anteriormente comentadas, pero lo que más satisfecha se encuentra es su labor en el ámbito de la enfermedad celíaca, alteración que afecta a millones de personas y sobre la que todavía hay mucho por descubrir, afirma Belén. “Mis investigaciones han dado como fruto la comercialización de un test de detección de gluten en alimentos, así como un medicamento y un método de diagnóstico de la enfermedad que están siendo evaluados clínicamente. Todo esto tiene el potencial de repercutir positivamente sobre las personas que padecen celiaquía, con un incremento importante en su calidad de vida”.
Sus años en la Universidad de Oxford se centraron en el estudio e identificación de genes involucrados en alteraciones del sistema inmunitario, con el fin de entender qué ocurre para que una persona enferme, y permitiendo así identificar dianas terapéuticas para el desarrollo de fármacos con los que tratar enfermedades en las que existe una respuesta excesiva y descontrolada del sistema inmunológico, como es el caso de la enfermedad celíaca y otras del aparato digestivo.
Vuelta a la farmacia rural en Olvera
La llegada de la pandemia de la COVID-19 supuso otro giro a su carrera, ya que mientras seguía trabajando en Oxford su padre le pidió que volviera a Olvera, para se encargara con él de la farmacia familiar. “Seguí teletrabajando con la Universidad de Oxford hasta febrero de 2022, pero unos meses antes falleció mi padre y ya se me hizo más todo cuesta arriba para poder seguir con la investigación. Él estuvo trabajando hasta el último momento, con 86 años seguía en activo, la farmacia era su pasión”, asevera nuestra compañera, quien, no obstante, recuerda que en sus primeros años como licenciada farmacéutica, antes de irse al extranjero, ya trabajó en la botica de su padre. “Una de las cosas que recuerdo con cariño fue la implantación de la Receta Electrónica, porque las tres farmacias de Olvera acogieron las pruebas piloto en la provincia de Cádiz”.
Ahora, dedicada al 100% a su actividad profesional en la farmacia comunitaria, Belén Morón subraya la importancia de su formación en investigación durante casi 24 años, con un amplio conocimiento tanto de las terapias más innovadoras como de los métodos de diagnóstico y seguimiento de pacientes con enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa o enfermedad celíaca. “Además, algunos de los tratamientos usados en estas enfermedades inflamatorias intestinales, los conocidos como biológicos y que son administrados a nivel hospitalario, también se usan en otras enfermedades que cursan con inflamación, como la artritis reumatoide o la psoriasis. Todo esto me permite realizar una atención farmacéutica mucho más integral en los pacientes, entendiendo mucho mejor su enfermedad. Por otra parte, los conocimientos en microbiología adquiridos durante mi tesis doctoral me permiten realizar un consejo farmacéutico mucho más útil y específico en pacientes con algún tipo de infección microbiana o vírica.
Su presente está en Olvera, pero sobre el futuro, nuestra compañera no descarta realizar algún proyecto en farmacia asistencial, o relacionado con la investigación, siempre que el tiempo se lo permita. “Me encantaría volver a involucrarme en algún proyecto. Cualquier aspecto de la investigación me parece crucial en el avance de la sociedad, porque ayuda a mejorar y corregir aquellos procesos en los que se investiga, cualquiera que sea”. Algo en lo que estamos seguro que Belén Morón aportaría mucho y serviría para continuar haciendo más grande nuestra profesión, y ejercer además de referente para las nuevas generaciones de farmacéuticos en la provincia de Cádiz.
