¿Qué es realmente la dermatitis atópica (DA)?
Todos hemos oído de hablar de ella centenares de veces en nuestra oficina de farmacia; pero ¿realmente sabemos qué la origina, cómo tratarla, qué puede empeorarla, etc.?
Desde este blog pretendemos dar una guía útil, concisa y practica que nos ayude a conocerla, tratarla y ayudar a nuestros pacientes a combatirla.
La DA es una enfermedad crónica de la piel, que produce inflamación, picor, y/o enrojecimiento de diferentes zonas del cuerpo. Las personas que la padecen cursan con piel seca, prurito, y cierto engrosamiento de la piel, que en los casos más graves puede llegar a producir lesiones. Puede darse en cualquier zona del cuerpo, pero tiene especial incidencia en zona de pliegues. Y puede cursar con periodos de brotes y de remisión.
¿Qué la origina?
El desencadenante puede ser diverso, siendo habituales los factores genéticos (antecedentes familiares de alergias, rinitis, asma…), alérgenos ambientales (polen, ácaros), alérgenos alimenticios (gluten, intolerancias) y el estrés.
¿Qué población suele estar más afectada?
Los niños y bebes suelen ser los máximos exponentes. Se ha comprobado que un 20% de esta población puede estar afectada por DA, siendo más habitual en climas secos de países desarrollados, y de alto nivel socio-económico.
En ocasiones, los síntomas persisten hasta la madurez, a veces como una continuación y otras como un inicio tardío (1-3% en adultos).
Tratamientos
Una vez convenientemente diagnosticada por un especialista, se instaura una rutina de tratamiento con medicamentos y productos sanitarios que debe incluir pautas de administración, en función de la gravedad, edad, sintomatología, etc.
Hay que saber diferenciar entre la fase de brote (exacerbación de la enfermedad) y la fase de remisión.
- Hidratación de la piel (para todos ellos en cualquier momento de la enfermedad): Debe hacerse de forma diaria. La hidratación debe incluir cremas o lociones emolientes con activos muy hidratantes como la glicerina, ceramidas, urea o incluso vaselina. Estas hidratantes corporales y/o faciales deben estar formuladas para minimizar el riesgo de alergia, evitando el uso de perfumes o sustancias potencialmente irritantes.
- Corticoides tópicos: Disminuyen la inflamación de forma rápida y efectiva. Se suelen usar durante la fase de brote y durante un periodo corto de tiempo. La pauta y dosificación debe quedar prescrita por el médico. Entre ellos se incluyen principios activos como la hidrocortisona, betametasona, clobetasol… Son medicamentos que dejan la piel más fina y hay que recordar al paciente que se debe lavar las manos después de su aplicación.
- Inmunomoduladores tópicos: Constituyen un grupo de medicamentos como alternativa a los corticoides. Se usan en brotes de leves a moderados, y en terapias a largo plazo para reducir el riesgo de recaídas. Se suelen recetar para administrar en zonas delicadas, como la cara y las de pliegues. Los principios activos mas conocidos son el tacrolimus y el pimecrolimus.
- Antihistamínicos: Nos ayudan a aliviar el picor. Intentamos minimizar el riesgo de rascado. Su administración suele ser nocturna, facilitando también el sueño y el descanso. Son sobre todo cetirizina, loratadina, difenhidramina.
- Inmunosupresores sistémicos.: ciclosporina, metotrexato, azatiprina. Se prescriben para casos graves que no responden a los tratamientos anteriores. Se requiere supervisión médica.
- Fototerapia o Luz UV. Para aquellos casos que no responden a tratamientos tópicos o sistémicos. La exposición a esta luz puede mejorar la sintomatología. Requiere vigilancia médica (algunos tratamientos anteriores están contraindicados junto a esta terapia).
En los casos de rascado persistente y ante la aparición de lesiones y escoriaciones, se puede pautar antibióticos (mupirocina, dicloxacilinao, cefalexima) ante la aparición de posibles infecciones.
Existe una nueva esperanza con la aparición de nuevos tratamientos, como los medicamentos biológicos, que se están utilizando en aquellos casos donde no han funcionado las terapias anteriores, en DA de grave a moderada. Estos medicamentos están teniendo un alto perfil de seguridad y una considerable eficacia. Dupilumab es quizás el més conocido, pero existen otros varios en estudio. Son anticuerpos monoclonales que intervienen en el sistema inmunológico y son de uso hospitalario. La pauta es de una inyección cada 2 semanas.
Recomendaciones ante sospecha de DA en nuestra farmacia:
- Derivar al médico, ante sospecha.
- Recomendar a los pacientes hidratación diaria de la piel, con productos hipoalergénicos y altamente humectantes.
- Evitar el uso de jabones o geles de ducha y/o baño irritantes. Se recomendarán de tipo syndet, a ser posible sin perfume y activos emolientes en su composición. Las duchas y baños deben ser cortas y con agua templada.
- Se recomienda secar la piel tras el baño dando pequeños toques con la toalla. Queremos evitar el posible rascado.
- Se evitará la exposición a alérgenos. Ácaros, pólenes que podrían agravar la enfermedad.
- La ropa utilizada debe ser de algodón o materiales naturales. Queremos facilitar la transpiración de la piel. Se recomienda evitar el uso de suavizantes y perfumes.
- En la medida de lo posible evitar el estrés. Se recomienda vida sana con terapias desestresantes (yoga, pilates), y una alimentación saludable con un alto contenido en omega 3.
Hasta aquí nuestro pequeño resumen/guía que espero que os sea de gran ayuda.
¡Por cierto! Un pequeño comentario que suelo hacer en mi farmacia, para aquellos papas (incluso ya adultos) a los que se les ha diagnosticado esta enfermedad: parece ser que aquellos pacientes con DA suelen ser especialmente inteligentes, y la explicación científica es que esta alta sensibilidad en la piel parece ser que también se refiere a una alta sensibilidad a nivel cerebral. ¡No olvidemos que el cerebro está compuesto por piel! No todo va a ser negativo…
Rocío Fernández Bonelo
Farmacéutica comunitaria y vocal de Dermofarmacia del Colegio de Farmacéuticos de Cádiz